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Sciencie and invention magazine, 1925. Smithsonian.com. Paleofuture. |
¿Cuál es la probabilidad de que en menos de cinco minutos dos rusos con el mismo apellido se crucen en mi vida? Una o ninguna.
Hoy quería dedicar la entrada a los escritores de ciencia ficción (cf), los que inventan tramas en escenarios futuros, otros universos, también de los que echan mano de la ucronía: de la reconstrucción de los hechos históricos conocidos pero que siguen un camino distinto en virtud de un acontecimiento que no ocurrió. Por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial, ha dado lugar a novelas, no sé si también alguna película, que plantea cómo habría sido el mundo actual su hubiera ganado Hitler. O si los griegos hubieran ganado la batalla del Peloponeso contra Esparta. Las ucronías recurren a momentos cruciales, casi siempre bélicos en los que la humanidad, o al menos una parte de ella, se juega el futuro a cara o cruz.
En mi caso, los relatos ucrónicos me interesan bastante menos que la literatura de cf clásica, en la que se mezcla imaginación, conocimientos técnicos y científicos en un futuro lejano. O cercano pero transformado por un colapso morrocotudo.
Arthur C. Clark, Isaac Asimov, Stanislaw Lem, Carl Sagan, los más conspicuos, pertenecen a la categoría de científicos que escriben; Ursula L. Guin, William Ford Gibson, Phillip K.Dick, son escritores sin una particular formación científica. Hay muchos más, de una y otra especie, todos han creado mundos, han imaginado artilugios, han visto una humanidad en un contexto extraño al que conocemos, y algunos han acertado hasta tales extremos que se han convertido en visionarios.
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René Magritte. La Victoire. |
Cronopaisaje, de Gregory Benford. Es un relato ingenioso que combinan el viaje en el tiempo, la reflexión moral sobre la humanidad y su acción sobre la Naturaleza, en un sentido amplio que engloba las leyes físicas que gobiernan este Universo. No sé si, caso de ser factible, se logrará enviar un mensaje al pasado para evitar una catástrofe futura, que de eso trata este novelón de ambiciones, amor, codicia y desintegración de ilusiones, matemáticas y muchas diatomeas.
He de confesar que mi predilección son los relatos cortos de cf, porque aislan un motivo, un hecho que es el que le da sentido a la narración, para mostrarnos cómo afecta y qué consecuencias tiene para la humanidad, en todo caso es el punto de partida para que imaginemos otra manera de ver la realidad.
Hace unos días leí la noticia de que, en Japón, están trabajando sobre un proyecto que consiste en usar el electromagnetismo para construir una especie de ascensor espacial que lanzará naves y satélites en la órbita terrestre. Esa idea es el núcleo de un cuento de Arthur C.Clark escrito en los años setenta.
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Vicktor Sholovski |
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Iosif Sholovski |
Es precisamente este tipo de proyecciones futuras lo que me parece más sugerente de la cf; y no es un suceso raro, ni mucho menos. Quienes leemos este tipo de literatura, constatamos que una parte muy importante de la realidad tecnológica - y según se mire, social- la imaginó alguien hace muchos o pocos años y, casi siempre, con una precisión asombrosa. No me refiero a videntes o profetas, simplemente son escritores.
En cuanto a los dos rusos, he de explicar que quería empezar esta entrada con un cita de un escritor ruso: Vicktor Sholovski, quien afirmó que el arte es una victoria sobre los mortíferos efectos de la rutina, representa lo cotidiano de un modo insólito, de manera que con el arte recobramos la sensación de vida.
Y ya había tecleado las primeras palabras de la entrada, cuando he ido a hojear un ensayo de Carl Sagan en el que recordaba una referencia a la literatura fantástica (que no he encontrado) cuando al abrirlo al azar, página 203 de La conexión cósmica, publicado por Plaza y Janés en 1981, mis ojos leen que el astrofísico ruso I.S Sholovski y Carl Sagan habían escrito un ensayo en 1966 sobre la posibilidad de vida extraterrestre y etcétera. Una coincidencia de este calibre no me ocurría desde hacía meses, así que me he dicho, los Sholovski quieren algo de mí, quizás desean ser recordados juntos. No sabemos si eran parientes, amigos o ignoraban la existencia el uno del otro, pero ¿qué importa las relaciones que tuvieran en el pasado si hoy ya es futuro?