Imagen del blog, Shakespeare politics and Italy. |
Una de las actividades más entretenidas es la que consiste en seguir la pista de las novelas escritas por autores muertos en la flor de su éxito comercial. Como por arte de magia, en cuanto el escritor pasa a la categoría de difunto, sus deudos y editores descubren que tenía escrita una o varias novelas, diarios, reflexiones y etcétera, a punto para ser publicarse cuanto antes. Por ejemplo, el autor de best sellers Robert Ludlum: su producción novelística es superior ahora que ha pasado a mejor vida, que antes, cuando era mortal.
Otra diversión inocente es la de adivinar qué escritores célebres tienen negros. Quienes se dedican a escribir a destajo en el nombre de otros, son personas que se caracteriza por su humildad y por dominar el arte de las evasivas. Es necesario que posean astucia e imaginación -ésta última, imprescindible- para eliminar la sospecha cuando familia y conocidos se interesan por su fuente de ingresos.
Uno de los escritores millonarios y de más éxito editorial es el famoso Tom Clancy, reconocida marca comercial que recauda cantidades astronómicas por sus novelas y las adaptaciones cinematográficas de las mismas. Reconoce la editorial y él propio Clancy, que dispone de un equipo de colaboradores para montar la historia, recopilar datos, escribir capítulos y ensamblar la trama. De la supervisión del trabajo se encarga el escritor y la editorial. Todo funciona como una perfecta cadena de producción.
El universo de los negros no se reduce a la literatura, también en las artes plásticas y en la investigación científica se produce el mismo fenómeno, que se concreta en la voluntad de seguir haciendo caja cuando la inspiración, la enfermedad, la muerte o la pereza, ha dejado fuera de juego al famoso. No es nada nuevo. Ser negro mediante contrato laboral no causa más molestias que cualquier otro trabajo asalariado, pero si la relación laboral es para crear, inventar, descubrir y tu obra acaba con el nombre de otros, entonces al explotado con tan malas artes le sale un sarpullido rebelde e incurable.
Un caso celebre de usurpación de la creatividad y el esfuerzo es el que sufrió el científico Nikola Tesla. Acaba de publicarse una biografía escrita por Jean Echenoz, no la he leído pero sin duda recogerá la desgraciada relación de Nikola Tesla con sus empleadores.
Desde Edison a Westinghouse y Marconi, todos ellos, se aprovecharon de la genialidad de este científico a quien no sólo le arrebataron la autoría y las ganancias de sus inventos, sino que sufrió todo tipo de difamaciones y falsedades sobre su persona y actividades.
Hace seis años leí un artículo sobre este genial inventor, que por aquel entonces no conocía. Busqué todo lo que había publicado sobre él, y hay mucho, incluso existe una Instituto-fundación Tesla en Nueva York, ciudad donde vivió desde que abandonó Serbia, lugar de su nacimiento.
La vida de Tesla es apasionante, está plagada de sucesos raros, incluso su propia muerte tiene todos los ingredientes para barruntar que sus inventos alcanzan una trascendencia que supera los límites de la ciencia clásica. Cuando murió, agentes del FBI entraron en la habitación del hotel donde residía para llevarse todos los papeles. Esta información la encontré en las biografías, relatada por una sobrina que dijo haber encontrado la habitación limpia. Sin embargo, en la página oficial del FBI niegan, con bastante ironía, por cierto, que existan esos archivos. Todo lo anterior contribuye a que exista una variopinta lista de teorías conspiradoras basadas en las invenciones secretas, ocultas al público por la susodicha y distinguida agencia federal de investigación.
En 1976 se subastaron tres cajas con papeles de Tesla que fueron adjudicadas por veinticinco dólares. El nuevo propietario se llevó el lote sin saber que pertenecían al científico, o sí lo sabía pero le importaba un rábano, porque el buen hombre las apiló en un rincón y se olvido de ellas. Unos años más tarde denunció que tres hombres, vestidos de negro, precisó a la policía, entraron por la fuerza en su casa para robarle las cajas.
Otro misterio sin resolver, porque en qué cabeza cabe que alguien puje para llevarse un lote y luego lo olvide sin que le pique la curiosidad por saber qué hay escrito en los centenares de páginas sueltas y varios cuadernos. Los ladrones iban vestidos de negro y se llevaron las cajas, como si fueran de la funeraria.
En fin, alguien miente: el FBI, el adjudicatario o la sobrina. Quizás los tres. Me gustaría saber si los hombres vestidos de negro, trataron con respeto los papeles póstumos de Nikola Tesla.
El universo de los negros no se reduce a la literatura, también en las artes plásticas y en la investigación científica se produce el mismo fenómeno, que se concreta en la voluntad de seguir haciendo caja cuando la inspiración, la enfermedad, la muerte o la pereza, ha dejado fuera de juego al famoso. No es nada nuevo. Ser negro mediante contrato laboral no causa más molestias que cualquier otro trabajo asalariado, pero si la relación laboral es para crear, inventar, descubrir y tu obra acaba con el nombre de otros, entonces al explotado con tan malas artes le sale un sarpullido rebelde e incurable.
Un caso celebre de usurpación de la creatividad y el esfuerzo es el que sufrió el científico Nikola Tesla. Acaba de publicarse una biografía escrita por Jean Echenoz, no la he leído pero sin duda recogerá la desgraciada relación de Nikola Tesla con sus empleadores.
Desde Edison a Westinghouse y Marconi, todos ellos, se aprovecharon de la genialidad de este científico a quien no sólo le arrebataron la autoría y las ganancias de sus inventos, sino que sufrió todo tipo de difamaciones y falsedades sobre su persona y actividades.
Hace seis años leí un artículo sobre este genial inventor, que por aquel entonces no conocía. Busqué todo lo que había publicado sobre él, y hay mucho, incluso existe una Instituto-fundación Tesla en Nueva York, ciudad donde vivió desde que abandonó Serbia, lugar de su nacimiento.
La vida de Tesla es apasionante, está plagada de sucesos raros, incluso su propia muerte tiene todos los ingredientes para barruntar que sus inventos alcanzan una trascendencia que supera los límites de la ciencia clásica. Cuando murió, agentes del FBI entraron en la habitación del hotel donde residía para llevarse todos los papeles. Esta información la encontré en las biografías, relatada por una sobrina que dijo haber encontrado la habitación limpia. Sin embargo, en la página oficial del FBI niegan, con bastante ironía, por cierto, que existan esos archivos. Todo lo anterior contribuye a que exista una variopinta lista de teorías conspiradoras basadas en las invenciones secretas, ocultas al público por la susodicha y distinguida agencia federal de investigación.
En 1976 se subastaron tres cajas con papeles de Tesla que fueron adjudicadas por veinticinco dólares. El nuevo propietario se llevó el lote sin saber que pertenecían al científico, o sí lo sabía pero le importaba un rábano, porque el buen hombre las apiló en un rincón y se olvido de ellas. Unos años más tarde denunció que tres hombres, vestidos de negro, precisó a la policía, entraron por la fuerza en su casa para robarle las cajas.
Otro misterio sin resolver, porque en qué cabeza cabe que alguien puje para llevarse un lote y luego lo olvide sin que le pique la curiosidad por saber qué hay escrito en los centenares de páginas sueltas y varios cuadernos. Los ladrones iban vestidos de negro y se llevaron las cajas, como si fueran de la funeraria.
En fin, alguien miente: el FBI, el adjudicatario o la sobrina. Quizás los tres. Me gustaría saber si los hombres vestidos de negro, trataron con respeto los papeles póstumos de Nikola Tesla.
Qué habría inventado ese hombre! Yo creo que el propietario del lote de papeles sí que los miró, pero claro, tendrá que decir que no tiene ni idea de nada, para que no vayan también a por él. A lo mejor incluso los sigue teniendo y se inventó el robo para que piensen que ya no los tiene y lo dejen en paz. Porque eso de los hombres vestidos de negro suena muy a uniforme de película.
ResponderEliminarEn cualquier caso, es distinto el hecho de que una persona, voluntariamente, acepte colaborar de modo anónimo para otro y el hecho de que te roben las ideas. Dumas también empleaba negros, y se notaba, porque coordinar luego todo eso es un problema, y luego pasa lo que pasa: en La mano del muerto, Alejandro Dumas mata dos veces al mismo personaje. Me divertí mucho con esa novela.
Buenas noches, madame
Bisous
Había leído en el Pais algo sobre este científico ¡¡¡ se ve que le robaron muchísimas ideas ¡¡¡
ResponderEliminarEn fin...Salut
La Dame Masquée, cualquier cosa puede ser, incluso que los ande vendiendo por ahí a científicos de pocos escrúpulos. Y lo de hombres de negro me parece una cosa muy peregrina y peliculera, vamos, que no me lo creo.
ResponderEliminarNo he leído esa novela de Dumas, pero por lo que explica imagino que después de la sorpresa y de comprobar que, efectivamente, se le ha ido la mano a los negros, pues ya es para desternillarse.
Bisous y buenas noches.
Miquel, muchas que se sepa y luego está lo que dicen que se oculta de todo lo que inventó y descubrió.
ResponderEliminarBuenas noches.
Se dice que hasta Dumas tenía un ejército de "negros", causa sin duda de tan colosal producción literaria.
ResponderEliminarSobre Nicolás Tesla, escribí unas letras, en "Locos de Atar", por si le interesa. Fue un personaje curioso, utilizado por sus jefes, quienes no lo son, pero libre y autónomo también en otro tiempo, y finalmente perturbado. Un saludo.
Desdelaterraza, claro que me interesa, ahora voy a leerlo. Solitario y con muchas rarezas,no sé si perturbado.
ResponderEliminarCon la fama que tuvo en vida, no es raro que Dumas echara mano de los negros para sacar tiempo y gastarlo en su intensa vida social y sus muchas amantes.
Todos los que escriben mucho y muy rápido deben tener "esclavos" o "negros" a su servicio. Lo siento, no me fío mucho de estos escritores de best sellers. Muy interesant tu reflexión. Abrazos.
ResponderEliminarPaco, yo tampoco me fío -de que sea producción personal- de esos best sellers, tipo novelón que salen al mercado como churros firmados por el mismo autor. Algún Balzac habrá, pero ese modelo de escritor es ahora muy raro porque el marquéting exige mucho tiempo en los medios. Escribes o vives.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una vez más, la realidad supera a la ficción.
ResponderEliminarInteresante historia, tengo que reconocer que no la conocía.
Gracias y saludos!
Iradi, siempre hay una realidad que supera nuestra imaginación, para bien y para mal.
ResponderEliminarSaludos
¡Hola, AMALTEA.
ResponderEliminarLovely your works, full of JOY.
I am enlightened by your splendid works.
Thank you for showing your heartwarming world.
The prayer for all peace.
Have a good weekend. From Japan, ruma ❃
Muy buena historia querida Amaltea. no lo leí. Me encantan tus recomendaciones y tus reflexiones. Un abrazo grande,
ResponderEliminarRuma, Thanks.
ResponderEliminarGreentings and have a nice Sunday.
Papámba, de los tres autores hay material para leer durante varios lustros.
Un abrazo.
Muy interesante tu blog.Te sigo
ResponderEliminarJuanjo, gracias.
ResponderEliminarSobre muchos genios o personajes notorios siempre ha corrido el rumor el cual les atribuye sus descubrimientos y/o avances científicos a terceros actuando los primeros como meros recopiladores en la oscuridad de tales talentos y bajo la capacidad de la síntesis elaborar una tesis.
ResponderEliminarNo son todos los que actuan así pero si fueron los que actuaron así quienes dieron píe a esa leyenda.
Buenas noches a tod@s.
franjose, pues sí, unos cardan la lana y otros se llevan la fama. O algo así dice el refrán.
ResponderEliminarBuenos días.
Si, así es como dices el refrán, y por desgracia es muy común. Y el mundo del marketing, como bien dices, que presiona para publicar continuamente y vender mucho, hace de los escritores máquinas. Así, es imposible mantenerse y ser creativo sin ayuda, pero por lo menos podían ser agradecidos...y compartir su autoría.
ResponderEliminarNo conocía la vida de Tesla, es muy interesante!.
Gracias por tu magnífica reflexión.
Un abrazo muy grande
No sé mucho sobre Nikola Tesla, a leer el libro de su biografía, pues.
ResponderEliminarGracias.
Abrazos.
Tati, parece que todo se lo come las estrategias comerciales, pero, por suerte, siempre hay una brecha por donde salen artistas que sin apoyos de publicidad, consiguen reconocimiento. Aunque creo que la mayor satisfacción es estar contento con el trabajo que se ha hecho, luego, si da para vivir, ya es la guinda.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Marga, a ver si puedes leerlo y me cuentas qué te ha parecido.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Interesante! Yo conozco personalmente en persona a un señor de Zamora que es negro de toda negritud. Sin ir más lejos, trabajó de negro para Cela, cuando "D. Camulo" se transformó en un ser "avida dollars"...Ahora los negros se llaman colaboradores del equipo de documentación del escritor ¡KaKa de la vaca!
ResponderEliminarManuel, y de Zamora, ya ves tú con el precioso románico que tiene y pasarse las horas dándole a la tecla o al boli, para la gloria del ensoberbecido Camilo.
ResponderEliminarEspero que ahora el señor de Zamora haya dejado la negritud y disfrute de sus cosas.
Buena ocurrencia de resaltar en negrita nombres y detalles interesantes.
ResponderEliminarfranjose, ya lo han inventado otros, es para darle énfasis al asunto.
ResponderEliminarAmaltea, muy interesante que plantear esta cuestión.
ResponderEliminarTambién sabía muy poco sobre Tesla, incluso ver un documental sobre él, y ser absolutamente fascinada por su historia, la presencia y la inteligencia.
Su historia personal desde la infancia, está llena de acontecimientos extraños, y la visión que él tenía para mejorar el mundo con energía limpia ...
Esto sucede siempre en la historia, viene a nosotros, ya que
ahora es el resultado de la manipulación y filtrado de la verdad ....
Nadie sabe cómo era en realidad la historia
como en el libro ........ 1984
un abrazo enorme
Denise, sí, 1984 ha sido profético en muchos aspectos, el principal es que vivimos una realidad fabricada, así que hay que estar siempre despiertos para arañar un trocito de espirtu crítico y poder ver más allá de los árboles.
EliminarUn gran gran abarzo.
¡Brillante guinda con lo de la funeraria! la perra y yo nos partimos de risa ;) y ¡queremos más!
ResponderEliminarMarieta, veo que has captado el chiste. No esperaba menos de tí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Conocía las historias sobre obra póstuma de Lundlum y la producción en serie de Clancy. Si tuviéramos idea de la cantidad de autores que se sirven de “negros” probablemente en muchos de los casos no podríamos dar crédito. Has picado mi curiosidad con la historia de Tesla.
ResponderEliminarJuan Andrés, y que lo digas. Se nos caerían unos cuantos mitos al suelo, en el caso de que a estas alturas aún nos quede algún mito. La vida de Tesla es interesante, muy asombrosa y rara donde las haya.
ResponderEliminar