En 1661 se publicó el atlas Harmonia Macrocósmica de Andreas Cellarius, cosmógrafo holandés. Durante años Cellarius desapareció del mapa, nadie supo de él hasta que publicó El arte de las fortificaciones, un tratado sobre los grandes edificios de defensa militar en Europa.
Los dos mapas, de los treinta folios dobles del atlas de Harmonia Macrocósmica fueron pintados a mano, representan los cielos tal y como fueron interpretados por Copérnico, Brahe y Ptolomeo. La primera carta celeste hace referencia al planisferio de Brahe y la segunda a la Luna, un diagrama de las fases lunares .
Los atlas y los calendarios son el intento humano de comprender los ciclos temporales y nuestra ubicación en el Universo. La belleza del atlas de Cellarius procede de la cosmogonía que nos muestra en sus esferas con rostro humano, sometidas a un rítmico movimiento cíclico que sugiere la integración de tiempo y espacio.
Los dos mapas, de los treinta folios dobles del atlas de Harmonia Macrocósmica fueron pintados a mano, representan los cielos tal y como fueron interpretados por Copérnico, Brahe y Ptolomeo. La primera carta celeste hace referencia al planisferio de Brahe y la segunda a la Luna, un diagrama de las fases lunares .
Los atlas y los calendarios son el intento humano de comprender los ciclos temporales y nuestra ubicación en el Universo. La belleza del atlas de Cellarius procede de la cosmogonía que nos muestra en sus esferas con rostro humano, sometidas a un rítmico movimiento cíclico que sugiere la integración de tiempo y espacio.
Así pues la Eternidad está en Dios, el cosmos está en la Eternidad, el tiempo está en el cosmos, el devenir está en el tiempo. Y en tanto la Eternidad se mantiene inmóvil alrededor de Dios, el cosmos está en movimiento en la Eternidad, el tiempo se realiza en el cosmos y el devenir deviene en el tiempo."
Hermes Trismegisto. Poimandrés XI.
Interesantes los atlas de Cellarius, y tamién la elucubración de Hermes Trismegisto.
ResponderEliminarEspero con fruición nuevos relatos suyos, pues en mi limbo a veces me aburro soberanamente.
Con mis mejores deseos, para sus fututos escritos.
Gracias, amigo.Cualquier día le pido que me de una vuelta por su limbo.Me da que que tiene que ser muy entretenido eso de estar sin pena ni gloria. Un nirvana.
ResponderEliminarGuderian: ¿cómo se va usted a aburrir en su limbo? no le creo. En cualquier caso, si así fuera, conozco yo a un encantador animal, el cual hará pasar deliciosamente sus horas muertas, que gustosamente accederá a hacerle compañía por el módico precio de un plato de spagetti.
ResponderEliminarAmaltea: se las veían y se las deseaban para explicar lo desconocido. Así somos.
Sí, ahora también intentamos comprender lo desconocido aunque sea con las teorías más peregrinas que podamos imaginar.
ResponderEliminarSrta. Marieta.
ResponderEliminarMuchas gracias por su ofecimiento (¿acaso Vd. me ofrece la compañia de la perrita Neula, ese animal cariñoso, pero incontrolable? ¡nos dejaría el limbo perdido!, y Kant, Voltaire y otros se pondrían hechos una furia.
Tenga en cuenta que mi aburrimiento es por la "falta de acción" (mi sobrenombre era "Heinz el rápido"), ya que aquí esta lleno de librepensadores, pero pocas personas de acción. Algún día le contaré más cosas del limbo, si se tercia la ocasión.
Siga con sus escaladas y su vida tan sana.
Atentamente.